Tras la Gran Guerra, todos los países, aliados, potencias vencedoras, etc. se recuperaban del gran exterminio y consecuencias de la guerra. Todo el planeta necesitaba firmar una paz justa, reparar en daños y ser compensados, pero sobretodo se necesitaba evitar que otra nueva guerra pudiese asolar al mundo como lo acababa de hacer esta. Sin embargo, la realidad era otra. El Tratado de Versalles entró en vigor el 10 de enero de 1920, donde se establecía que las potencias perdedoras y centrales (Alemania y sus aliados) aceptasen toda la responsabilidad moral y material de haber causado la guerra.
Mapa de Europa (1923) |
El Tratado de Versalles se convirtió en esa esperanza de paz, pero también en una excusa para la nueva guerra. Las cláusulas económicas y las reparaciones de guerra que establecía el Tratado eran a todas luces exageradas que recaían principalmente sobre Alemania. Esto provocó un gran resentimiento a dicho país ya que se le hacía pagar por unas culpas que no eran solamente suyas. Hitler y Mussolini utilizaron todos estos motivos para golpear la razón de sus conciudadanos y revivir el campo de batalla en Europa. Por un lado, la Alemania de Hitler se vio afectada por todas las cláusulas injustas que le fueron impuestas e Italia, que a pesar de formar parte de la alianza vencedora, no vio compensados sus sacrificios y su esfuerzo bélico con la satisfacción de sus demandas territoriales. Las corrientes extremistas italianas y alemanas junto a las aspiraciones nacionalistas anteriores a la Primera Guerra Mundial asumieron el revanchismo suscitado por el Tratado de Versalles y el militarismo expansionista en doctrinas como la del "espacio vital", que preconizaba la necesidad ineludible de obtener un ámbito territorial dotado de la extensión y los recursos necesarios para asegurar el desarrollo económico y la prosperidad de la nación. Hitler despreció todas las disposiciones de Versalles y preparó a su Alemania para volver a conseguir sus territorios. Se saltó todos los puntos que marcaba la "paz" de Versalles, implantó el servicio militar como obligatorio y ordenó un rearme masivo que convirtió a Alemania en un gran y fuerte ejército; reactivó la industria nacional y fortaleció sensiblemente la economía del país y su propio liderazgo. Pronto Hitler se apoderaría de numerosos territorios fijando su principal objetivo en Polonia cuyo territorio fue arrebatado por el Tratado de Versalles a Alemania. Alemania firmó un tratado con la URSS que le aseguraba su tranquilidad de no luchar en un doble frente con Francia y Gran Bretaña y el 1 de septiembre de 1939 se iniciaron las operaciones militares y dos días después se declaró la guerra por Francia e Inglaterra. Comenzó de nuevo lo que todos temían o lo que el Tratado de Versalles causó, la Segunda Guerra Mundial.
Economías Europeas |
En esta entrada podremos informarnos plenamente de la Primera guerra Mundial y entender que el Tratado de Versalles fue injusto hacía Alemania y que sobretodo fue uno de los causantes del segundo desastre mundial, la Segunda Guerra Mundial.
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Tania Encina Fernández.
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